Hoy en clase ha sucedido algo maravilloso.
Estábamos jugando al rey de la montaña. Un alumno estaba de rey, recibiendo las preguntas de los demás. Iba contestando bien a cuestiones muy difíciles de cálculo mental; preguntas del tipo 5 x 19 ó 9 x 16.
El juego nos ha llevado a un punto en el que el rey de la montaña ha elegido a su contrincante. Ese contrincante era un niño que hacía ya bastante tiempo que no salía a jugar. El contrincante en cuestión ha planteado al rey una pregunta no muy difícil: 11 : 11. El rey de la montaña sabía de sobra la respuesta. Pero ha fingido no saberla, sin darse la más mínima importancia, y asumiendo la crítica de toda la clase por no saberlo, con tal de dejar a su contrincante (y amigo) el puesto de rey.
En definitiva: el rey de la montaña se ha sacrificado para que otro fuera feliz.
Sin duda alguna, hoy teníamos en clase a un verdadero REY.
Mis más profundo respeto y mis más sinceras felicitaciones hacia esta persona.
Seguimos trabajando.
Que generoso
ResponderEliminarY tanto :-)
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