Esta historia la hemos hecho en clase entre todos:
"Había una vez un dragón llamado Eurion que vivía en un castillo. Era la mascota del Rey Oraos. Eurion era un dragón de fuego: podía escupir llamas por la boca. Por eso estaba encerrado en una jaula de titanio, que es un metal que no se funde fácilmente.
Un día la princesa, que era muy traviesa, echó al dragón un cubo de agua helada. Ésto hizo enfurecer a la bestia, que automáticamente empezó a lanzar llamaradas. Tan enfadado estaba que fundió la jaula, quedando en libertad. Gateando por los pasillos llegó hasta la terraza del castillo, y desde allí echó a volar. Arrasó un bosque, quemó 121 edificios del cercano pueblo de Torür, se comió una moto del Telepizza, se comió al alcalde y al presidente, y finalmente, ya cansado, decidió echarse una siesta en lo alto del monte Tulprot."
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