Últimamente estoy viendo en la clase un cambio positivo en lo que a esfuerzo y trabajo se refiere. Parece que por fin la mayoría de las alumnas y alumnos (aunque no todos, por desgracia), están empezando a implicarse en su proceso de aprendizaje, tomando notas y participando más activamente.
Estudiar es mucho más que sacar buenas notas. Es una actitud ante la vida. Es amor por aprender, por mejorar y por conseguir los objetivos que se proponen. Es el perfeccionamiento de un mismo, que en definitiva es uno de los principales caminos hacia la autoestima y el bienestar personal y, en última instancia, hacia la felicidad.
¡A seguir mejorando!
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