lunes, 10 de diciembre de 2018

El violín encantado X


Llegaron a la prisión. Ni que decir tiene que la puerta principal no era una opción. Si el guardia volvía a ver a Admir por allí seguro que le encerraría durante una buena temporada, y entonces no podría ayudar a Pèrlav. Habría que buscar un plan alternativo. Admir dio una vuelta alrededor del edificio y descubrió que a ras de suelo, en la parte norte, había un par de ventanucos que comunicaban con las celdas. Se acercó a uno de ellos y dijo:

  • ¡Schhhh! ¡Pérlav! ¡Estás ahí!
  • Aquí no es.
  • Perdone, creo que me he confundido. Estoy buscando a Pèrlav Bodinescu, el músico que está preso.
  • ¿Te refieres al músico que dicen que ha robado unas cucharas de plata?
  • Sí, a ese ¿Está por ahí?
  • Es en la celda de al lado. Tienes que hablar por el otro ventanuco, por el de la izquierda.
  • Vale. Perdone, señor preso.
  • Nada, hombre.

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