Escalera de caracol. |
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Ehh, músico. Toma, tu ración de gachas. Disfrútalas: el barón Molodin ha ordenado que a partir de mañana no se te dé más comida. Grrrrrpuaaahhh!!!
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Podrías haberte ahorrado el escupitajo, cerdo insolente – respondió Pèrlav.
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¡Jajajaja! Sí, podría; pero entonces no sería igual. Anda come, que de aquí a nada tenemos que volver a empezar con el interrogatorio. Darli ha tenido una idea muy buena para hacerte hablar. Vamos a bajarte a la lumbre y vamos a quemarte con...
El
guardia no tuvo tiempo de acabar la frase. Admir le estrelló una
tinaja en la cabeza. Ahora yacía inconsciente en el suelo, sin
moverse.
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¡Vaya golpazo que le has dado! Espero que se recupere.
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Seguro que sí. Ahora también estoy metido en este lío contigo.Vamos a salir de aquí, y luego ya veremos qué hacemos.
Admir
abrió la puerta de la jaula y con la espada del guardia cortó las
ataduras de Pèrlav.
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¿Y ahora a dónde? ¿Arriba o abajo? - preguntó Admir.
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Arriba está el techo de la torre ¿Por dónde has entrado tú?
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Por un pasadizo secreto. Pero es arriesgado. Para llegar a él hay que pasar por la habitación en la que los guardias están cocinando. Yo antes he podido colarme; pero no sé si los dos juntos podríamos pasar sin ser detectados.
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Pues vamos arriba.
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